En el corazón salvaje del Aspromonte, no lejos de Roghudi Vecchio, se alza una de las formaciones rocosas más sugestivas y enigmáticas de la Calabria grecánica: la Roca del Dragón, conocida localmente como "Rocca tu Dracu". Este imponente monolito natural tiene una forma trapezoidal y parece esculpido por la propia naturaleza para evocar la imagen de un dragón mitológico.
Lo que hace especial a esta roca son dos cavidades circulares que recuerdan los ojos de un reptil gigante. Su posición inclinada y el juego de luces y sombras le confieren un aire casi irreal, como si la criatura descansara en silencio, lista para despertar. La roca reposa sobre una base natural que la hace parecer en un equilibrio precario, casi suspendida.
Según la tradición oral, bajo esta roca vivía un dragón ciego que custodiaba un tesoro antiguo. La leyenda dice que el dragón se alimentaba de la leche que brotaba de cavidades cercanas o de la propia roca, lo que la vincula con la formación cercana conocida como las Calderas de Leche. Para acceder al tesoro, se requería realizar un ritual oscuro que incluía el sacrificio de un cabrito, un gato negro e incluso un recién nacido. Estas leyendas, aunque inquietantes, forman parte del rico imaginario mitológico que aún vive entre las comunidades grecánicas.
La Roca del Dragón no es solo una maravilla geológica, sino también un potente símbolo del imaginario popular del Aspromonte, donde la belleza natural se entrelaza con la espiritualidad de antiguas creencias y relatos orales.