En la costa jónica de la Calabria meridional, no muy lejos de Melito di Porto Salvo y acariciado por la brisa marina, se encuentra Roghudi Nuovo, el corazón administrativo y vivo del municipio de Roghudi. Este centro moderno fue fundado entre los años setenta y 1988 para acoger a los habitantes de Roghudi Vecchio, obligados a abandonar su pueblo de origen debido a deslizamientos de tierra e inundaciones.
Roghudi Nuovo está ubicado en una zona llana, segura y fácilmente accesible, elegida por su mayor estabilidad geológica y mejores condiciones de vida en comparación con la ubicación montañosa y escarpada del antiguo asentamiento. A diferencia de su predecesor, aquí la infraestructura moderna y los accesos viales facilitan la vida cotidiana y favorecen el arraigo de nuevas generaciones.
A pesar de su reciente origen urbano, Roghudi Nuovo conserva una identidad profunda, estrechamente vinculada a la cultura grecánica. El griego-calabrés —herencia del griego antiguo— sigue hablándose y preservándose como símbolo de la memoria colectiva. Al formar parte del Área Grecánica, el pueblo mantiene activamente tradiciones orales, ritos religiosos y un fuerte vínculo con la tierra.
El pueblo cuenta con escuelas, oficinas públicas y servicios esenciales, testimonio concreto del compromiso por mantener viva una comunidad, incluso en una realidad de tamaño reducido. La agricultura, la ganadería y la artesanía siguen siendo pilares fundamentales de la economía local, mientras que las festividades populares y religiosas son momentos de encuentro y transmisión cultural.
Roghudi Nuovo no es solo un “nuevo comienzo” desde el punto de vista geográfico, sino también un símbolo de resiliencia, donde el pasado vive en el idioma, las costumbres y las historias compartidas por su gente.
Roghudi Vecchio: el Antiguo Pueblo que Aún Narra
A unos 40 kilómetros hacia el interior, enclavado entre los espectaculares desfiladeros de la fiumara Amendolea, se alza Roghudi Vecchio, hoy deshabitado pero aún muy presente en la memoria colectiva. El pueblo fue fundado hacia el año 1050, en una ubicación panorámica y estratégica a más de 600 metros sobre el nivel del mar, que ofrecía protección y una gran visibilidad, pero también un entorno duro y exigente.
Durante siglos, Roghudi Vecchio fue un punto central de la cultura grecánica: aquí se hablaba griego-calabrés, se celebraban ritos antiguos y se transmitían leyendas, canciones y proverbios. Sin embargo, las inundaciones y derrumbes de 1971 y 1973 lo volvieron inhabitable, marcando su progresivo abandono.
Hoy, Roghudi Vecchio es un lugar de silencio y encanto, un “pueblo fantasma” que atrae a excursionistas, fotógrafos y amantes de la historia. Sus callejuelas estrechas, casas de piedra moldeadas por el tiempo y formaciones rocosas evocadoras como la Rocca del Drako y las Caldaie del Latte, cuentan historias reales y legendarias que forman parte del imaginario calabrés.
Las dos almas de Roghudi —la realidad viva y cotidiana de Roghudi Nuovo, y la esencia antigua y suspendida de Roghudi Vecchio— conviven aún hoy, unidas por un hilo invisible de recuerdos, identidad y raíces. Quien visita estos lugares descubre una Calabria auténtica, resiliente y profundamente humana.